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This entry was posted on 15/11/2008 at 22:55 and is filed under blanco y negro, Fotografía, naturaleza. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.
Larraz's Blog
16/11/2008 a las 22:13 |
Montañas sagradas. El inmeso poder de la naturaleza se manifiesta en muchas ocasiones a través de las montañas. Nuestros antepasados oraban ante ellas, sentían sus impulsos vitales.
17/11/2008 a las 21:20 |
Un altar divino,… que duda cabe.
18/11/2008 a las 21:37 |
el pirineo? donde?
me gustaria tanto estar alla.
mi frontera mitica y personal.
19/11/2008 a las 19:36 |
Esta fotografía está llena de simbología: un altar en la naturaleza -el Aneto, creo-, la sombra de la noche retrocediendo y cuatro árboles deshojados por el frío como cuatro velas comenzando a dar luz.
Una frontera, es cierto.
20/11/2008 a las 12:12 |
por no hablar de la sencillez del conjunto
me gusta
20/11/2008 a las 21:49 |
me encanta el detalle que se puede apreciar en las sombras…
21/11/2008 a las 8:19 |
Si yo te contara lo que han traído esas sombras donde trabajo, con un fotógrafo publicitario que resulta ser mi jefe y que no ve suficiente detalle ahí. Detalle hay.
Gracias.
21/11/2008 a las 14:50 |
Fantástico… qué razón tenían los mayas cuando construían sus templos sobre montañas (aunque ellos las hacían artificiales). Como ya decís aquí, son una frontera. Entre el mundo y el cielo.
Besos.
Rosa.
23/11/2008 a las 18:25 |
A mi me parece importante la sombra en cuento que deja el protagonismo al primer y sobre todo al tercer plano, que es hacia donde se dirige el primer vistazo…el resto lo podemos imaginar y seguro que acertamos.
Más besicos